El Celta salió a por todas para conseguir la victoria y así ha sido. Con el Espanyol agazapado en su área, el Celta desplegó todo su potencial ofensivo en unos primeros 15 minutos casi perfectos en los que apenas sufrió peligro alguno. Tras la jugada de Iago Aspas para servirle el gol en bandeja a su compañero Natxo Insa, los celtiñas solo mantuvieron su nivel hasta que supieron del gol de la Real y se vieron salvados.

En la segunda mitad, el conjunto celeste fue a  amarrar el resultado desde la vuelta al campo. El cambio de Lévy Madinda por Aléx López fue una declaración de intenciones por parte del Celta, sumando un jugador defensivo y restando uno puramente ofensivo. Los minutos iban pasando lentamente y la afición y los jugadores se ponían cada vez más nerviosos viendo cómo su rival creaba peligro cada dos por tres. Un gran Rubén Blanco y una defensa sólida hicieron el resto, permitiendo al Celta terminar el partido con la portería a cero y salvado.

¡Felicidades Celta!